Supresión de síntomas, homeopatía y curación
Compartimos hoy un estupendo artículo de Mariana Fuksbrauner, homeópata, enfermera y colaboradora habitual de nuestra web, dónde escribe con fundamento y contundencia sobre la eficacia de la Homeopatía, frente a un sistema sanitario que no profundiza en las causas de la enfermedad y que nos mantiene «casi sanos» para garantizarse pacientes/clientes de por vida.
Supresión sintomática y curación
Cuando tratamos únicamente el síntoma estamos suprimiendo.
Si tenemos un resfriado y tomamos, por ejemplo, paracetamol, probablemente acabemos desarrollando una sinusitis.
En los problemas cutáneos en los que se aplican la famosa cortisona, se puede acabar desarrollando problemas pulmonares.
Pero ¿por qué?.
Los síntomas nos muestran que hay un desequilibrio interno, nos enseñan que algo no va bien. La causa no necesariamente está en la parte del cuerpo donde se expresa. Posiblemente sea nuestra zona del cuerpo más sensible.
Volviendo a los problemas cutáneos, éstos no son más que la expresión de un problema interno que intenta “salir”. La sensación de que el exterior se percibe como una amenaza podría provocar psoriasis.
Otro problema típico de supresión son las infecciones de orina y las cándidas vaginales. Aparecen síntomas de infección urinaria, se trata con antibióticos y provocan cándidas vaginales. Éstas se tratan con un antimicótico y reaparece la infección de orina. Comienza un bucle que parece interminable.
Lo mismo pasa con las amigdalitis repetitivas que se tratan con antibióticos. Una vez tratadas vuelven a aparecer, por ejemplo al mes. Se repite el mismo tratamiento, desaparece el síntoma y reaparece a las dos semanas. Nuevamente toma de antibiótico y a la semana recaída. ¿Es esto curar?
Cuando se toma un medicamento que exclusivamente trata el síntoma estamos callando la voz de nuestro cuerpo.
Lo importante es buscar la causa del problema; por qué se ha producido un desequilibrio en nuestra energía vital. Saber descifrar las pistas de nuestro interior nos ayudará a encontrar la solución.
A lo mejor esos resfriados aparecen por un llanto reprimido, los eccemas por cómo percibimos a los demás, las anginas son la expresión de eso que nos quedó por decir, esa infección de orina por qué tenemos miedo y las cándidas (si bien es también un efecto secundario de los antibióticos) por qué tenemos algún problema por resolver con nuestra pareja.
O sencillamente tenemos malos hábitos y una incorrecta alimentación, con el consiguiente PH sanguíneo ácido que, como es sabido, provoca patologías.
Sea cual sea la causa, si suprimimos los síntomas éstos reaparecen, y cuanto más se supriman más grande se hará el problema.
Por ello es importante tratar el desequilibrio total. Aquí la suerte que la homeopatía nos permite curar por nuestra totalidad sintomática, holísticamente, sin supresiones y con una curación real, duradera y carente de efectos secundarios.
Tratar el cuerpo sin hacer caso a las emociones es hacerlo en vano.
Nuestro cuerpo es sabio, nuestro cuerpo somos nosotros y tenemos que aprender a hablar su idioma.
El cuerpo no enferma por sí solo, somos los únicos responsables de nuestra salud.
Mariana Fuksbrauner, enfermera y homeópata unicista. Barcelona
Si quieres más información sobre supresiones indaga en Homeopatía por un tubo, el Buscador Homeopático
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